¿Cómo sanar la relación con mi madre?
Existen diferentes tipos de relaciones entre madres e hijos.
lgunas muy buenas, donde la confianza, el apoyo y la comprensión son la base; algunas regulares, donde simplemente la indiferencia es la que prima en la relación; otras bastante malas y deterioradas, donde lo que reina es el resentimiento, el rechazo y el dolor, y algunas otras caracterizadas por unas dependencias emocionales obsesivas, nocivas y compulsivas, que les roba la paz interior los desestabiliza, descontrola o desquicia.
¿Te has preguntado alguna vez cómo es realmente tu relacióncon tu madre? ¿Ha estado esta relación basada realmente en el amor? ¿Has aceptado a tu madre tal y como es?
Entonces hoy, si tienes aún viva a tu madre, analiza a fondo y pregúntate sinceramente lo siguiente: ¿Sientes que le has dado realmente todo tu amor y le has expresado todo tu cariño y agradecimiento? o por el contrario, ¿Sientes que la has criticado, juzgado, calumniado, exigiéndole siempre que sea tal y como quieres tu que ella sea, quizás sacándole en cara sus defectos y necedades? De pronto, puedes estar pensando que hablar con tu madre no tiene sentido, ya que ella es testaruda o tiene una forma muy característica de ser y has decidido ser indiferente ante esta situación, pero sólo te digo que si desciendes al corazón de tu madre (sólo puedes llegar allí cuando la observas y escuches en silencio con amor), verás que ese corazón está lleno de creencias llenas de miedo que la hacen sufrir y la hacen comportarse como una persona rígida, fría, calculadora, controladora, insensible, cantaletera o intensa. Pero si estas consciente y con amor la observas
Sin juzgarla y sin enjuiciarla, te darás cuenta que la mayoria de los problemas que has tenido con ella estan basados en esa programacion y creencias con que ella fue educada, que son las mismas creencias que ella quiere imponerte, porque considera que es la mejor manera de educarte.
Para que puedas unir y estrechar tus lazos de amor con tu madre, te recomiendo que en éste, su mes la invites a compartir un espacio sagrado de celebración y reconciliación con ella, preferiblemente en la naturaleza, donde le des la oportunidad a ella de expresar sus sentimientos, de liberarse de sus miedos y de esas cadenas mentales que la hacen sufrir; y así en una conversación centrada en el amor, puedan comprender, entender y liberarse de la culpa y el remordimiento, antes de que sea tarde.