Limitarse a existir es negarse la oportunidad de vivir y disfrutar la vida plenamente.
En una de esas tantas noches frías bogotanas, bajo una lluvia implacable y a la luz de un farol titilante, las sombras de unos muchachos llamaron mi atención. Encima de unos pedazos de cartón y cubiertos con periódicos, Amadeo, Toribio y Piraña comían sobrados de una caja de basura. Al acercarme más, pude ver que ellos degustaban y compartían aquellos sobrados malolientes como si fueran un exquisito manjar. En medio de mi estupor, al observar aquella desgarradora escena tan habitual en las calles de esta ciudad, lo único que se me ocurrió decirles fue que dejaran de comer esa basura y se fueran conmigo a comer algo caliente y rico en la Fundación Niños de los Andes. Amadeo se levantó, se acercó sonriente, y dándome unas cuantas palmadas en la espalda me dijo: “Papá Jaime, no se preocupe, nosotros estamos bien y además ya estamos listos para ir a dormir a nuestro cambuche en el caño. ¿Mejor sabe qué? Lo invito mañana a que venga a almorzar con nosotros en nuestra alcantarilla de lujo, y le tendremos algo bien especial”. Esa noche llegué a mi hogar con un frío en el alma y un vacío que sólo mis dos hijos y mi mujer pudieron llenar. La escena se repitió en mi mente el resto de la noche y yo trataba de entender cómo esos muchachos podían encontrarse bien en medio de tanta miseria.
Al día siguiente salí a cumplir mi cita imaginándome qué tipo de comida me darían y cómo iba a hacer para comérmela. Cuando llegué allí, mi sorpresa fue grande al ver que me habían preparado un sancocho de gallina con papas; habían limpiado y organizado ese pestilente hueco, y pudimos sentarnos sobre unas piedras y un tronco de madera a almorzar. Mientras compartía con ellos ese momento llegaban miles de pensamientos y preguntas a mi mente. Una vez terminamos el almuerzo, Amadeo quiso mostrarme orgullosamente dónde dormía con sus parceros. Me hizo un recorrido con su mujer por esa cloaca, enseñándome detalladamente cada sitio, sus facilidades de acceso, la ubicación estratégica que la convertía en un sitio muy seguro, y su vista natural a un bello parque que tenían enfrente. Me explicó que esa alcantarilla era de lujo porque poseía ventilación natural por dos lados.
Aún recuerdo ese instante sublime en el que abrí los ojos y desperté a una realidad que no quería ver ni aceptar. Entendí que todo en el mundo está orquestado perfectamente bien, dentro de un plan divino, y que todo lo que vemos es el resultado de lo que pensamos y sentimos. De Amadeo aprendí muchísimas cosas. Era un muchacho que, a pesar de haber vivido en medio de tanta miseria, siempre estaba feliz, alegre y sonriente. Disfrutaba plenamente lo que tenía en el momento, sin importarle lo que no tenía.
De él aprendí que los seres humanos vemos el mundo como lo queremos ver.

Desde aquel instante una gran incertidumbre empezó a crecer en mí. Trataba por todos los medios de entender y procesar por qué Amadeo podía disfrutar plenamente al comer basura y vivir en ese lugar lleno de ratas y excrementos humanos, diciendo que era un lugar de lujo por contar con ventilación y una agradable vista. ¿Por qué él tenía esa gran capacidad de asombro para gozar con todo y compartir lo poco que poseía, sin aferrarse a nada?
Arrastrado por las aguas negras del caño que fue durante muchos años su hogar, Amadeo murió dejando en mí una huella que con el paso de los años me hizo entender la importancia de volver a lo básico, lo natural y lo simple, al igual que un niño cuando brinca feliz en un pantano, sin importarle la suciedad. Aprendí también a disfrutar no sólo lo que ante mis ojos es lindo, limpio y agradable, sino también aquello que es feo, sucio y desagradable. Entendí que la belleza no está en el exterior, sino en mi interior, en la forma de pensar, ver y percibir el mundo.
Por eso desde ese instante me regocijo diariamente con un atardecer, un nuevo amanecer, la sonrisa de un niño, el abrazo de un amigo, e incluso con aquello que para el resto del mundo es feo y desagradable.
Todo esto me hizo reflexionar y hacer un alto en el camino. Me pregunté por qué las personas como Amadeo podían ser tan felices viviendo en medio de tanta inmundicia, mientras que otras que lo tienen absolutamente todo, viven tristes y amargadas, creyendo ser felices, o sobreviven pero no disfrutan plenamente la vida.
Fue entonces cuando vi que todos los seres humanos al nacer venimos con una mente limpia y transparente, producto de nuestro estado de conciencia natural que es el amor. Pero a medida que vamos creciendo, nuestra mente, totalmente abierta al conocimiento, empieza a absorber y a percibir el mundo de acuerdo con lo que estamos experimentando a través de los sentidos. Venimos al mundo totalmente libres, llenos de ilusiones y sueños, dispuestos a experimentar todo, pero de un momento a otro empiezan a encadenarnos y a llenar nuestra mente de culpas, temores, prejuicios y condicionamientos que no nos permiten percibir el mundo como es realmente, sino como los demás quieren que lo veamos.
Que belleza… me hizo llorar… Es tan sencillo, pero tenemos llena nuestra mente de esa basura que queremos evitar. Gracias por abrirnos los ojos con tus palabras, acciones y enseñanzas.
Gracias por compartir historias que transmiten valiosas enseñanzas.. Hace algunos años, sobre todo después de una perdida significativa para mí y un proceso de duelo de varios años, también he comprendido que la vida es más simple de lo que realmente nos venden en el sistema, y que depende especialmente de cada uno de nosotros, apreciar, valorar y disfrutar los placeres sencillos o extravagantes que la vida nos ofrece.
Papá Jaime, solo puedo admirar entre letras el gran ser de Luz que eres. Eres magia y solo la magia y esa luz interior puede hacer ver lo bello en cada cosa, sea buena, mala o como sea ante los sentidos. Gracias Papa Jaime por abrir tu corazón y enseñarnos desde tu experiencia esa capacidad de amor y ternura como vez a los otros. Me dejas con un nudo en la garganta y con ganas de agradecer todo lo que mi Padre, la vida y el universo nos brinda.
Gracias Dios te Bendiga, eres un SER de Luz!!
Hoy más que nunca le doy infinitas gracias a la Providencia por personas como usted Papá Jaime. Gracias por inspirarnos en el amor y el agradecimiento y por devolvernos a lo simple, por recordarnos cada día el valor de todo lo que nos rodea. Que Dios lo bendiga 🙏🙏
Al leer este texto no pude menos q sentir emociones tristes y alegres, tristes porque hay mucho sufrimiento por carencias de lo básico para vivir y alegre de ver como un ser como Papá Jaime pudo llegar a descubrir y desmenuzar para nosotros como salir de un estado depresivo a uno sin el. Talvez para los q no han tenido depre, no saben q la mayoría de veces uno mismo no puede salir de esa tristeza, no es falta de voluntad, es falta del método correcto para tratarla. La salud mental en Colombia es Plana ,es resumida en un antidepresivo y ansiolítico y Nunca te ayudan o te dan otras herramientas para sanar . Es la búsqueda de una sanación espiritual lo q nos ha permitido salir de esos estados oscuros de tristeza y perdida de interés por la vida. Y si a eso le sumamos q la depre había Sido estigmatizada socialmente pues menos posibilidades de curarla . Q personas como Papá Jaime q adquirieron el conocimiento multicultural para Sanar cuerpo y alma , lo COMPARTA GRÁTIS CON EL MUNDO : ESO ES BENDICION en letra mayúscula. Estoy segura de q en la medida q más personas sanemos y mejoremos nuestra calidad de vida, más personas estaremos ayudando a otros y solo así podremos tener ese mundo de paz y amor q soñamos. Cuando las carencias y miedos están en el alma no hay medicamento ni ayuda q sirva. Cuando el espíritu se llena de paz y amor ,como lo dice Papá Jaime, entonces si podremos ver lo más simple como lo más hermoso. Millinrs de gracias Papá Jaime por esa generosidad de corazón.
Gracias Papa Jaime por enseñarnos a ver lo lindo de la vida que es tan simple pero nos complicamos cada día
Historias como estas impacta el alma, los sentidos, los pensamientos y el ser en lo más profundo. Hay una gran empatía por la situación inicial descrita pero qué hermosa enseñanza la que sacas de esta experiencia. Poco a poco con cada experiencia y reflexión de vida encuentro el sentido a la existencia. Gracias papá Jaime. Eres fuente de amor, inspiración y luz.
Gracias a la vida por ponerte en mi camino.
Mil gracias por tan linda enseñanza, Dios te bendiga siempre eres como esa luz que nos guia. Te mereces lo mejor, gracias papá Jaime.
Querido papá Jaime es una historia que mueve el corazón y de gran lección. Llegaste a mi en el momento perfecto de mi vida y nada más cierto que en este relato donde nos hablas de que muchas veces lo tenemos todo y aún así tratamos de sobrevivir y no somos plenamente felices y Amadeo sin embargo era feliz aún desde su situación precaria pero de un corazón noble .Te Bendigo Papá Jaime gracias siempre por compartir