Antes de juzgar, podemos empezar a servir
En nuestro afán por atesorar más riquezas, nos olvidamos de servir Los niños que viven en la calle tienen que soportar las inclemencias del tiempo. Para comer tienen que robar, y para robar se tienen que drogar, en un círculo vicioso que parece una pesadilla. Son noches enteras a la espera de un pedazo de pan, …