El matoneo, un enemigo silencioso
Recuerdo que en el colegio todos mis compañeros creían que estaba muy loco, pues era diferente de los demás. Cada vez que me gritaban o me decían “loco”, reaccionaba con violencia porque sentía que me comparaban con un famoso loquito callejero llamado Nazario. Este personaje, de barba despoblada como la de un chivo, siempre andaba …