¿Cómo puedo manejar mi subconsciente?

Siempre que estés sufriendo es porque estás en tu mente subconsciente; pero cuando despiertas de tu inconsciencia a través de la focalización, sales del programa subconsciente al programa conciente donde tienes la capacidad para crear el momento que quieras para tu vida.

Por eso es tan importante la meditación, la contemplación, la autoobservación; porque cuando observas con tus 5 sentidos lo que sucede en tu presente, sin importar donde te  encuentres, y palpas, sientes, hueles y observas cada detalle, sales del subconsciente y entras al consciente. Eso lo que se llama la presencia divina, la consciencia presente. Porque en ese instante de consciencia presencial se abre para ti un mundo de infinitas posibilidades, donde ves las cosas con otro lente, con otro color, con la luz del amor, con los ojos de Dios.

Cuando pierdes la capacidad de focalizar y centrar tu atención en el momento presente, aquí y ahora, instantáneamente abandonas tu mente consciente y entras a actuar en piloto automático en tu mente subconsciente, emocional y actúas guiado por un programa sobre el que no tienes control porque está grabado en tu disco duro.

Para que lo entiendas bien, es como si tu en este momento estás escuchando y viendo televisión y de un momento a otro no te gusta la escena de violencia que estás observando y le dices al televisor, cállate, no quiero ver mas, quiero ver es una escena de amor; obviamente el televisor por más que grites sigue en la frecuencia en la que está.  La única forma que existe es que cojas el control remoto y cambies el canal, ese control es tu consciente que es creativo y maneja el subconsciente. (Te puede interesar: Video la magia de la acción).

Lo más maravilloso es que ya se tiene comprobado que el cerebro consciente controla al cerebro subconsciente, y que a través de diferentes técnicas, podemos afectar positivamente nuestra mente subconsciente, para que ella también cambie.  Este mundo inmenso e intrigante de nuestra mente, cada día está siendo más estudiado y cada día entendemos mejor que en nuestras manos está la diferencia entre tener una vida miserable llena de fracasos, ansiedad, enfermedad y depresión o una vida llena de amor, paz y prosperidad.