¿Cómo restaurar el balance energético?

¿Alguna vez has entrado a un lugar y, sin razón aparente, sientes que algo no está bien? O, por el contrario, ¿te ha pasado que alguien entra a una habitación y de inmediato su presencia ilumina todo a su alrededor? Eso no es coincidencia. Es energía.
Y contrario a lo que nos han hecho creer, que la energía es un concepto místico o esotérico, ella se refiere a procesos bioquímicos y bioeléctricos que permiten el funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso. La ciencia ha comprobado que nuestros pensamientos y emociones generan impulsos eléctricos, magnéticos y químicos en el cerebro. Cuando sentimos amor, gratitud o alegría, nuestro cuerpo libera hormonas como la oxitocina y la serotonina, que nos hacen sentir en paz y en equilibrio y nuestra energía es positiva. Pero cuando vivimos en la preocupación, el estrés o la ira, producimos cortisol y adrenalina, que nos dejan agotados y drenados y nuestra energía es negativa.
Es por eso, que el tema de limpiar nuestro campo energético es vital para que podamos mantenernos en equilibrio. A veces nos preocupamos mucho por lo que comemos o por hacer ejercicio, pero nos olvidamos de aquello que estamos absorbiendo, perdiendo e irradiando.
¿Por qué perdemos la energía?
No sabemos manejar nuestras emociones: Cuando ocurren situaciones que no esperábamos y no sabemos gestionarlas adecuadamente, nos desgastamos y sufrimos, lo que nos lleva a vibrar en el miedo y el dolor.
No estamos focalizados en lo importante: Muchas veces estamos distraídos, haciendo mil cosas a la vez y no tomamos el tiempo suficiente para descansar. Esa productividad exagerada y tóxica hace mucho daño y nos quita vitalidad.
Nos dejamos contaminar con lo que sucede en el exterior: En este momento con tantos conflictos y guerras a nivel mundial, hay demasiado odio, violencia y ansiedad en el ambiente, lo que hace que fácilmente perdamos el foco y busquemos soluciones basadas en el miedo.

Hay que hacer un alto en el camino y mirar cómo estás manejando tu energía. Cuando hay un vórtice de energía o chakra que no funciona bien, lo sientes tanto emocional como físicamente, y se manifiesta en pérdida de vitalidad, irascibilidad, frustración o enfermedad, ya que todo está conectado.
¿Cómo mantener tu energía vital en su máxima potencia?
- Así como limpias tu casa, tu ropa y tu cuerpo, también necesitas limpiar tu energía. Para lograr cuidarla debes tener prácticas de silencio, respiración consciente, meditación, conexión con la naturaleza y practicar la gratitud a diario.
- Debes proteger tu campo electromagnético y astral, y potencializar los chakras inferiores para que tu energía fluya adecuadamente y así puedas conectar, percibir y visualizar.
- Si algo te roba la paz, quizá es momento de poner límites, soltarlo y aprender a decir ¨No¨. Así como hay personas que iluminan, también hay situaciones y personas que apagan tu luz. No se trata de evitarlas a toda costa, pero sí de aprender a proteger tu campo energético. Si un lugar o una persona te deja agotado, haz una pausa y pregúntate: ¿Estoy absorbiendo algo que no me pertenece? Si la respuesta es sí, visualiza cómo devuelves esa carga a la tierra y te llenas de nueva energía.
- Al aceptar lo que llegue a tu vida, dejando de querer ser perfecto, apreciando lo que eres, disfrutando de tus imperfecciones, defectos y debilidades, y convirtiéndolas en oportunidades, dejas de desgastarte sin necesidad y tu fuerza interior fluirá más fácilmente.
- Debes comenzar a realizar una práctica espiritual diaria para que puedas aprender a identificar lo que te perturba, lo que te roba la energía, y no dejar que tus emociones te manejen a su antojo. De lo contrario, fácilmente te puedes mantener vibrando bajo, haciendo que aparezca la tristeza, la frustración, el miedo, la fobia y la depresión.
Al final eres tú quien decide qué energía quieres llevar contigo y compartir con el mundo. La energía no se ve, pero se siente, y hoy puedes elegir ser un canal de amor y paz para ti y para los demás.